La reinversión del hombre en esta coyuntura de salud pública global una posibilidad para reinventar la sociedad.
La reinversión del hombre en esta coyuntura de salud pública global una posibilidad para reinventar la
sociedad.
Por: Andrés Felipe Cundumi – 05/042020
Palabras claves: globalización, individuo reinvención-sociedad.
Relación teórica de la sociología de la sociedad del riesgo en Ulrich Beck, en el contexto de la emergencia sanitaria global.
Cabe decir que la obra de Beck está relacionada a los efectos de un hecho histórico que tuvo lugar en la década de 1980 de lo que fue la catástrofe nuclear de Chernoby, y que hoy la traemos a colación para ofrecer una relación teórica en el marco de la gran coyuntura de la emergencia sanitaria que la humanidad enfrenta, el origen y la propagación del coronavirus COV-19, desde mi óptica, la obra la destacó como uno de los anuncios más predecible y relacional con la dinámica de una pandemia que no respeta frontera. En contraste quizás, una perspectiva estará presente en este subtítulo, en la idea de concebir al hombre como lo que representa su propio riesgo.
Por: Andrés Felipe Cundumi – 05/042020
Palabras claves: globalización, individuo reinvención-sociedad.
Los conceptos que no se encuentran en las palabras claves como la idea de desarrollo, capital neo-liberalismo y
modernidad, aparecen implícita dentro de la categoría del concepto de globalización. Por su parte no se busca
hacer una definición de estas nociones sino una relación en medio de esta circunstancia que ayude a comprender
los postulados alrededor de la elaboración discursiva que aquí se propone. De otra parte el texto queda sujeto a
todas las observaciones de los lectores sobre sus interrogantes, críticas y dudas que puedan problematizar y
redefinir los planteamientos aquí expuestos.
Los porque en medio de esta gran coyuntura de la emergencia sanitaria global, se presenta como una cuestión en
la búsqueda epistémica del hombre como sujeto político, social y cultural, que necesita ser reinventado para
generar procesos de transformación alrededor de los grandes desafío que la humanidad enfrenta, la aguda y
profunda desigualdad social en todo el mundo, las guerras económicas libradas entre potencias mundiales, las
prácticas de exploración y explotación de los ecosistemas bajo el método de operaciones no convencionales para
el aprovechamiento de sus recurso sin que aquella implique, producir conservando y conservar produciendo, la
adopción de actitudes indiferentes ante el padecimiento de una crisis sociales, económica y cultural de un
individuo o grupo, la falta de criterio ético y moral para aceptar nuestras indiferencias en medio de los contrastes
y construir sobre lo fundamental, su visión moderna del hombre de concebir la sociedad a partir de los medios de
producción y sobre esa visión la acumulación de los medios en una mínima parte de la sociedad, que lleva a la
mala y pésima distribución de las riquezas, son algunos de los hechos y condiciones del sujeto que necesitan y
merecen ser reelaborados.
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https://www.cdc.gov/spanish/index.html |
Los riesgos de la sociedad contemporánea aquella relacionada con la propagación del coronavirus (COV-19)
acaecida en todo el mundo, y con mayor ímpetu, en aquellos países que poseen una estabilidad y desarrollo
económico mucho más gradual y progresiva, suscitan todo tipo de reflexiones sobre la razón existencial del
hombre y sobre esa razón de su existencia, el modo de vida en su ámbito socio-político-económico y cultural.
En
medio de esta gran coyuntura es prioritario y urgente que el individuo pueda repensarse así mismo, los intento del
hombre por hacer de su espacio de habita y sobre ese espacio habita, sus relaciones sociales, económicas y
culturales intra e interconectadas, sin que estas relaciones se establezcan con el fin de garantizar la vida, y
alrededor de ese derecho que se constituye en la base de la supervivencia, una vida con dignidad. Su relación
desmedida y desequilibrada que poco responde a las dinámica del medio ambiente para su sostenibilidad y
preservación, a su vez la preocupación del hombre por salvar un sistema económico de un país u empresa más
que a su propia vida, son la clara ilustración de un individuo ausente en los intereses colectivos y de vital
importancia, pero si muy constante en aquellos que representan la particularidad y las malas prácticas que dejan a
su paso pobreza y desigualdad social, un individuo que día a día se empeña en concebir la existencia de los
objetos materiales y que en contraste moldea los aspectos cultural e identitario a un efecto de ella.
Por su parte el texto propone la idea de avanzar en la deconstrucción de ese ser individualista y materialista,
anclado a los sofisma de distracciones sociales que ha llevado al deterioro considerable de los tejidos sociales al
interior de las unidades familiares o grupo poblacional, aquel que cree que todo gira alrededor de los medios
obtenidos y no en el contorno de la conciencia procedente de su existencia como individuo Transicional, que
entienda su razón de ser anclado al respecto, la protección y el restablecimiento de los derechos de los demás. Lo
acontecido deja entrever la fragilidad del hombre su alto riego de vulnerabilidad ante un enemigo biológico que
logro traspasar las fronteras por mas radares y sistemas antiaéreos instalados en todo el mundo, un enemigo que
su propósito de contagio y de causar la muerte no actúa de forma selectiva y diferenciada pese al avance de
estudios preliminares con una tendencia a que el virus compromete la vida de poblaciones con características
físicas específicas, ver editorial (EL CORREO), un enemigo que pone en cuestión el consumo de productos
transgénico o genéticamente procesado como causa de la falta de inmunidad de nuestro sistema inmunológico
ante el COV-19, un agente infeccioso que más allá del gran avance de la ciencia médica a pesar de su creciente
cifra de contagio, lo único que lo ha podido medianamente neutralizar y que muchos no lo reconocen es el valor
de la solidaridad. Lo que demuestra que son los aspectos olvidado por el hombre porque no son parte constitutiva
de los medios de producción, lo que en medio de esta gran coyuntura nos devuelve la esperanza de volver a la
“normalidad”
Un hecho relevante para explicar el por qué el hombre debe reinventarse como sujeto cultural ante la recurrencia a
futuro de posibles eventos relacionado a una crisis sanitaria, tiene relación con la forma como los chinos, país
donde se originó la pandemia afrontaron la crisis al interior de su territorio, lo manifestaba el embajador de ese
gobierno en Colombia ante una entrevista con caracol noticia, que fue el gran nivel de responsabilidad asumido
por la ciudadanía lo que hizo más fácil el esfuerzo y el trabajo del personal médico por controlar las cifras de
contagio, lo cual desde mi óptica se debe a un país que avanza paralelamente en el creciente desarrollo DE SU
economía, avance de la tecnología como el la educación alrededor de la cultura ciudadana de sus habitantes, un
país entre poco que se ha mostrado solidario con el resto de la población mundial.
La propuesta de reinventar al hombre en el epicentro de un mundo totalmente modernizado, capitalizado y
neoliberal, representa para esta sociedad moderna refundada en los principios de estas categorías quizás, el
procesos de emancipación más complejo que hombre en toda su historia haya tenido que enfrentar, estamos
hablando de un sistema el cual pido perdón por lo que voy a expresar ya que muchos lo asumen como si se tratase
de un objeto material, que explota a gran escala el recurso humano sin distinción de grupo social como en los
tiempos coloniales, un sistema que cambio en la forma de lo que representó el proyecto de invasión y usurpación
de la corona española para toda África y América latina, pero en el fondo, los crímenes cometido hacia el
territorio la humanidad y su indumentaria se mantienen, un sistemas que ha adquirido mayores alcance para
generar el caos social en todo el mundo, un sistema que ni aun en medio de esta gran emergencia puede garantizar
las condiciones mínimas para su superación, tal es el caso de un sinnúmero de personas que pese al confinamiento
decretado y la imposición de multa para aquel que sea sorprendido en espacios público, deambulan en las calles
en busca del sustento porque los gobiernos son incapaces de asumir esa responsabilidad, para lo cual, más allá de
los logros en materia jurídica alcanzado en aras de promover un equilibrio y orden social, se requiere que el
individuo se piense sobre si, como lo que tiene que cambiar, me refiero a esa condición y características
internalizada que lo ha hecho más materialista, individualista e irracional.
Los cambios institucionales y legislativos al interior de cada estado, y aquellos logrado en el marco de los tratados
y acuerdos internacionales, en aras de producir transformaciones significativas en la pericia, para acabar con la
iniquidad social en el contexto de una sociedad moderna y totalmente capitalista, dirigida y gobernada a partir de
políticas neoliberales, no han sido lo suficientemente necesario para generar los cambio de fondo, básicamente en
defensa de la vida y subsiguiente a este una vida con dignidad. Lo anterior se da en el contexto más contradictorio
y a su vez paradójico, principalmente por las relaciones de poder político y económico establecida entre los
individuos y naciones con el fin de obtener el control social, relaciones que ha adquirido el carácter de promover
la desigualdad social y de estar circunscrita en la violación de los derechos humanos que ha llevado a la pérdida
considerable de los valores fundamentales y la condición natural del hombre.
Entre otras cosas, muchos líderes mundiales han reconocido la pandemia como la peor crisis que la humanidad
haya podido experimentar después de la segunda guerra mundial, afirmaciones que se dan sin que la emergencia
haya entrado a su fase final, para lo cual es necesario tomar medidas urgente y sensatas que reduzca
considerablemente su propagación exponencial, pero pocos alrededor de su auto reconocimiento de la especie
humana como la causa generadora de su peor momento histórico.
El hombre como causa del origen y la propagación de la pandemia (COV-19)
Lo anterior ha estado presente en la transición de esta gran emergencia de salud pública internacional, que
despierta en muchos académicos incluyendo al autor de este artículo, la oportunidad para reinventar la sociedad,
desde luego que sí, el hombre quien está directamente relacionado con el origen y la propagación de lo que está
ocurriendo en el marco de la crisis sanitaria, es necesario que sea reinventado como sujeto en los aspectos que se
ha señalado, donde se pueda pasar de un mundo totalmente materializado y económico, como el que actualmente
estamos viviendo, a un mundo donde se privilegie la vida y las relaciones sociales, donde se convierta está en la
base fundamental y desarrollo de la sociedad en todas sus dimensiones.
Como este hecho hay una multiplicidad de fenómenos que actualmente se encuentra en etapa de gestación y que
pese al llamado de alerta de los científicos de que pueden entrar en actividad, los grandes líderes mundiales se
enfrasca en mantenerse en la práctica y desarrollo de actividades económica generadora de grandes emisiones de
CO2 y de deterioro de nuestros ecosistemas, el calentamiento global como la presencia de actividad sísmica entre otras, son algunas de las alerta que se hace, donde el ser humano a hecho caso omiso y vive sin entender que la
especie humana como todas las demás, son una fracción constitutiva de del medio natural, y que de ella depende
su supervivencia y bienestar, de no serlo así, la emergencia que se originó en un país con un individuo no se había
propagado y extendido a otras regiones, es decir, el ser humano no es nada más que un elemento integrado a ese
conjunto de todo lo que existe, el cual vive sin entender que nuestra presencia en ese orden de elementos
integrados nuestra existencia es la de menor importancia, el aire el agua, la flora y la fauna podrían permanecer
sin nosotros pero nosotros no duraríamos un minutos sin ninguno de ellos.
Los interrogantes como las hipótesis en relación a la causa y los efectos de la pandemia no se han hecho esperar,
entre las más recurrente y que se encuentra en boga de la sociedad, tiene que ver con el supuesto de tratarse de un
arma biológica creada por los estados unido en el contexto de su guerra económica con china, lo cual ha sido
señalado como un acto de bioterrorismo de la nación norteamericana, la segunda está asociada a un experimento
alrededor de una mutación genética de dos cuerpos biológicos altamente peligroso y por último, la idea de estar
relacionada al consumo de murciélago, esta última se desencadenó en una matanza masiva de esa especie,
cualquiera que haya sido o no el origen, los supuesto se expresa en un autor reconocimiento del hombre como
presunto responsable de su estado de emergencia social y económica.
En medio de tanta grandeza y de muchos intentos coercitivos del hombre por condicionar la dinámica de la
naturaleza a nuestros intereses, en su gran mayoría para fines económico, nuestros actos irracionales son
equivalentes y proporcionales a nuestro estado de vulnerabilidad, es decir, su hecho de existir y supervivencia no
están por encima de los riesgos de su propio colapso. Desde luego, lo acaecido es la oportunidad para que en el
contexto de un mundo totalmente moderno, de poder político y económico centralizado, de relaciones sociales
determinada a partir de los medios de producción, de una sociedad estimulada a la compra y el consumo de bienes
y servicio así no sean necesarios, de poder político adquirido a través de la compra y venta de conciencia para no
decir voto y de profunda desigualdad social en su momento más álgido, se intente construir una sociedad acorde
con lo que hoy no es en la práctica, las diferentes sociedades en el mundo, me refiero a una sociedad separada de
los principios fundamentales del capitalismo salvaje, una sociedad que su creciente desarrollo sea
equidistantemente al buen vivir de la ciudadanía, que en contraposición de la manera como se concibe hoy el
desarrollo, que sea el bienestar social la vía para el crecimiento económico.
El como también está presente en la idea de refundar al hombre como eje que permita reinventar la sociedad en el
marco de los efectos globales de la pandemia del COV-19, las grandes perdida de divisas como la fuerte tensión
social que se vive en cada rincón del mundo no se han hechos esperar, lo que está aconteciendo demanda de una
nueva mirada del sujeto social en su tránsito por este mundo terrenal, que tiene que expresarse en el
establecimiento de nuevas reglas de juego que re direccione su modelo de vida, hoy más que nunca estamos
llamados a construir sobre lo fundamental, sobre la vida y las relaciones sociales y no sobre nuestro ser egoísta e
irracional. Quienes terminaron siendo víctima mortal de la pandemia, habiendo tenido todos los medios y recursos
económicos y la relación del poder político a su disposición, pudieron a ver preferido no tenerlo y por el contrario
haber tenido la capacidad de resistencia de su sistema inmunológico ante la agresividad del virus.
Relación teórica de la sociología de la sociedad del riesgo en Ulrich Beck, en el contexto de la emergencia sanitaria global.
Cabe decir que la obra de Beck está relacionada a los efectos de un hecho histórico que tuvo lugar en la década de 1980 de lo que fue la catástrofe nuclear de Chernoby, y que hoy la traemos a colación para ofrecer una relación teórica en el marco de la gran coyuntura de la emergencia sanitaria que la humanidad enfrenta, el origen y la propagación del coronavirus COV-19, desde mi óptica, la obra la destacó como uno de los anuncios más predecible y relacional con la dinámica de una pandemia que no respeta frontera. En contraste quizás, una perspectiva estará presente en este subtítulo, en la idea de concebir al hombre como lo que representa su propio riesgo.
El concepto de la sociedad del riesgo en Beck se refiere a las sociedades contemporáneas, que avanzan y se
encuentran adscrita a la producción de riqueza, al mismo tiempo que cada intento del hombre por sobre
aprovecharse del medio ambiente construye su situación de riesgo, de aquí que parte su estado de desasosiego
por el medio natural con relación a la degradación considerable del mismo, producto de un modelo capitalista
basado en la industrialización, es decir, esa nueva mirada del individuo por concebir la sociedad moderna a partir
de los medios productivos altera los niveles de precipitación a los riegos.
Ulrich Beck plantea la modernidad en el seno de una mundo totalmente moderno e industrializado como una
razón causal que nos acerca a vivir una sociedad de riesgo, tal es el caso de “La agricultura intensiva industrial
subvencionada con millardos hace crecer dramáticamente el contenido de plomo en la leche materna y en los
niños no sólo en las ciudades lejanas. También socava de muchas maneras la base natural de la producción
agrícola misma: desciende la fertilidad de los campos, desaparecen animales y plantas necesarios para la vida,
crece el peligro de erosión del suelo” (Beck, 2002, p.43) los efecto socio--ambiental que procede de la práctica a
la que el autor hace mención, está dentro de las categorías de riesgo a la que la humanidad está destinada a
afrontar, evitarla, implicaría el desmonte y el retroceso de la agro industria, los intentos del ser humano por a
menor tiempo generar mayor productividad y rentabilidad en la ganancias, bajo el método de usos de un
sinnúmeros de agro-químicos, que sobre la salud del ser humano y la superficie terrestre proyecta efectos
secundarios, es una clara descripción del estado de riesgo de la sociedad contemporánea es decir de nuestra
sociedad.
Entre otras cosas, el autor le atribuye ese carácter de riesgo a los procesos económicos, tecnológicos, políticos,
sociales y culturales que se dan a esferas trasnacional “esta tendencia a la globalización tiene consecuencias que
en su generalidad son a su vez inespecíficas. Donde todo se transforma en peligros, ya no hay nada peligroso.
Donde ya no hay escapada, se acaba por no pensar más en ello” (Beck, 2002, p.42) sobre esta afirmación abría
cosas que diferir por su tendencia hacer relativa, lo que para muchos en su gran mayoría la globalización ha
significado riesgos para otros y a su vez para el mismo individuo ha representado seguridad o bienestar, con esto
me refiero a los dispositivos tecnológicos y el desarrollo de la tecnología que ha permitido localizar y reintegrar
unidades familiares que dadas las circunstancia un día fueron separadas, con esto no quiero decir que no es un
factor de riesgo un medio tecnológico o el desarrollo de esta relación, sino que el hombre representa dentro de si
su propio riesgo, de allí que este asume o recobra su condición cuando hay una intención de darle un manejo
inapropiado a algo, lo que habría que señalar entonces, que lo que ocurre en el contexto de un mundo totalmente
globalizado, moderno e industrializado, es que con estos aspectos los riesgos se intensifican. Si asociamos y
reducimos este concepto a la probabilidad de que algo que afecte nuestra integridad física ocurra, entonces le
asignamos este carácter a la sociedad tradicional donde nada de estos sistemas existía, ejemplo, en los centros
poblados a la ribera de los ríos, territorios donde poco los efectos de la globalización y el desarrollo ha llegado,
pero que su asentamiento en un lugar donde pasa una fuente hidrográfica que puede traducirse en una creciente
dado el cambio de clima, puede llevar a que un individuo de una unidad familiar pierda la vida.
Otros aspectos señalan la globalización como un patrón de reparto del peligro, con una fuerte influencia de poder
político, lo que en el contexto de esta sociedad moderna lleva a hacerlo de forma selectiva, es decir, a sociedades
con característica social económica y culturalmente específica. Con la propagación del corona virus COV—19
ocurre algo inusual en la lista de los nuevos riegos que expresamos y enfrentamos, donde la afluencia política no
pudo evitar el contagio y la propagación diferenciada de países y personas con toda la posibilidad de generar
maniobras políticas y poder en los medios para condicionarlo, el caso de Italia, España o los estados unidos y al
interior de esos países personas que ostentan un estatus social de nivel superior “Contenido en la globalización y
sin embargo claramente diferente de ella es un modelo de reparto de los riesgos en el que se encierra una buena
cantidad de dinamita política: los riesgos afectan más tarde o más temprano a quienes los producen o se
benefician de ellos” (Beck, 2002, p.43)
En la construcción de este articulo fui sorprendido de una noticia procedente de uno de los periódicos más
influyente de los estados unidos, cuya influencia ha sido apropósito de su criterio parcial a favor del sistema que
hoy se convierte en objeto su propia crítica, en el marco de esta gran coyuntura, que me devolvió la esperan, sobre
la gran posibilidad que se establezca un nuevo orden mundial en la lógica de todas las contraposiciones al sistema
que hoy gobierna el mundo, la esperan de pasar de una sociedad de riesgo, en el espiral de las manos del
desarrollo desde el ideario del capitalismo, a una sociedad donde la defensa y la protección de la vida del
individuo y el aprovechamiento sostenible de su medio natural constituya la base de su desarrollo.
En consecuencia de lo que se está viviendo en tanto su razón causal esta directamente anclada al individuo como
principal y único responsable, que sea esta la oportunidad para que los valores que se tenían vuelva hacer la base
fundamental de la familias y hogares, la oportunidad para que la utopía de la sociedades de la periferia que en los
términos de Judith Butler se define como las sociedades que se encuentran ubicada en el lugar de lo abyecto, sus
proyecto de lograr una vida digna sean ideas realizables, la oportunidad para sustituir en la práctica, las facultades
representadas en los políticos burócratas, por la figura del pueblo como lo establece en el caso colombiano, el
ordenamiento constitucional, la oportunidad para que los invisibles, que son solo visible en los procesos
electorales como lo afirma el editorial The Washington, se conviertan en sujetos de intervención real y profunda.
Por mi parte propongo hoy cuando los educadores aceptan con absoluta indiferencia las políticas neoliberales de
los gobiernos nefasto, hacer uso de las instituciones académicas en todos los niveles para reinventar al hombre.
La pandemia libera hoy la verdad, rehene del poder político y la influencia económica, poniendo en tela de juicio
los principios y fundamentos de los sistemas que fueron convertidos en agentes ideológicos para ejercer control y
dominio en la mayor parte de la sociedad.
“O muere el capitalismo salvaje o muere la civilización humana” (Washington Post, 2020)
Fuentes
(Washington Post, 2020) O muere el capitalismo salvaje o muere la civilización humana:
https://noticias.caracoltv.com/mundo/o-muere-el-capitalismo-salvaje-o-muere-la-civilizacion-humana-duroeditorial-de-washington-post-nid225718
Ulrich Beck (2002) La sociedad del riesgo hacia una nueva modernidad.
Menor Darío (2020) corresponsal en roma El Correo, Italia, Coronavirus Covid-19.
https://noticias.caracoltv.com/mundo/o-muere-el-capitalismo-salvaje-o-muere-la-civilizacionhumana-duro-editorial-de-washington-post-nid225718.
Caracolo (2020) https://noticias.caracoltv.com/coronavirus-covid-19/la-pandemia-de-covid-19-se-origino-porqueel-virus-se-escapo-de-un-laboratorio-ie35596
imagen 2: https://www.un.org/es/coronavirus
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